jueves, septiembre 29, 2005

Mientras espero.

Mi mente era una pequeña isla flotando en un mar de alcohol, y el alcohol siempre fue mi salida mientras esperaba… ¿Qué esperaba? No lo supe hasta hoy.
Solo otra vez.
Sí, cometí un error, bueno, muchos errores; pero soy humano ¿no? Los humanos cometen errores. Ya no cometeré más, una persona deja de ser humana cuando mata a alguien y se convierte en un animal, algo más bajo que un animal. ¿Muy drástico el término? Es el adecuado para describirme y para describir mis actos. La vida hay que tomarla drásticamente, los términos deben ser drásticos también.
Y bueno, no es toda mi culpa…si ella quería tener todas sus cosas de vuelta en su apartamento, pudo enviarme una nota, yo pude mandarle todas sus pertenencias, sé dónde vive. Y a final de cuentas, ya estando aquí pudo callarse la boca como siempre, metida en sus apretados jeans, moviendo ese culo sin ninguna muestra de moral, y mirando con esa cara de deseo bastaba para hacerme extrañarla. Pero no, como nunca, habló. En el umbral de la puerta con sus maletas llenas, volteó y me dijo: “Te amo, nunca encontraré a nadie como tú”.
Ahora ella ya no está aquí más, estoy solo, esperando que lleguen los policías acabando mi tercera botella soñando nuestros sueños, mientras veo su cuerpo desnudo sobre el frío suelo. ¿Cómo sé que estaba frío? Yo estaba desnudo sobre él hace solo unos minutos, y ella estaba sobre mí.
No quería matarla; ella quería sexo, y yo la quería. Solo para mí.

Ahora sigo esperando, porque sé que vendrá más.

1 comentario:

Anónimo dijo...

K.O. absoluto, y en el primer round. Sentimiento drástico, cuento drástico, cero remordimientos, muchas esperas. Impresionante.